Un gentío lo abuchea por anteponer su “capricho megalómano” a necesidades básicas de los barrios y de toda la ciudad.
Barrios en lucha – Sevilla
Un gentío lo abuchea por anteponer su “capricho megalómano” a necesidades básicas de los barrios y de toda la ciudad.
¿A CUÁNTOS VECINAS/OS CONOCES QUE HAN DESHAUCIADO?
¿CUÁNTAS VIVIENDAS Y BARRIOS SIN REHABILITAR?
¿CUÁNTOS EQUIPAMIENTOS PÚBLICOS SIN EJECUTAR?
¿CUÁNTOS CIUDADANOS CON NECESIDADES BÁSICAS SIN CUBRIR?
¿A CUÁNTOS VECINAS/OS CONOCES EN PARO Y SIN ESPECTATIVAS LABORALES?
¿CUÁNTOS PARQUES, COLEGIOS, AMBULATORIOS SIN CONSTRUIR ESPERAN QUE PASE LA CRISIS?
Pero para las setas de la encarnación si hay dinero.
El doble de lo que supuestamente iban a gastar, llevamos ya más de 145 millones €. Hay dinero, tiempo y atención por parte de los políticos, y las empresas, que pretenden pasar a la historia por malgastar el presupuesto municipal en una obra faraónica que no nos hacía mucha falta, por no decir ninguna, cuando la crisis ahoga la realidad cotidiana de familias y barrios.
Vecinas, colectivos, asociaciones y coordinadoras que trabajamos por la mejora de nuestras vidas, nuestros barrios y barriadas, indignados por la falta de atención y pasotismo general por parte de los “representantes públicos” ante las demandas básicas que proponemos para la mejora de la ciudad y nuestras vidas, no aguantamos más.
El desvío de fondos municipales de las arcas públicas para la construcción de este capricho ha mermado la posibilidad de respuesta del ayuntamiento y sus competencias sociales y públicas en estos momentos de crisis.
Creemos que no podemos dejar que el señor alcalde y “su tesoro” sólo reciban los flashes de la prensa en silencio el próximo día 19 de diciembre cuando pretende “inaugurar” el ámbito del mercado de abastos.
Por ello convocamos a una concentración a todos los vecinos y vecinas de Sevilla y indignados con estas setas y los gastos que ha provocado, cuando las necesidades básicas de muchos vecinos están sin cubrir y la ciudad presenta otro tipo de prioridades.
Concentración y pitada descomunal al alcalde, su grupo de gobierno y su gestión el próximo 19 de diciembre domingo, a partir de las 11 horas en el mercado de la encarnación actual y en uso.
¡¡Acude y pita!!
Hablar de cualquier cosa que no fuese la crisis y como esta afecta a los vecinos de Sevilla podría parecer una frivolidad en el contexto actual, más tras conocerse algunos datos escandalosos. Cada mes los juzgados sevillanos sacan a la venta forzosa una media de 111 inmuebles. Muchos de ellos pertenecen a empresas, pero la mayor parte son de familias que no pueden hacer frente ahora a las deudas que acumularon en tiempos de bonanza. Entre enero y octubre de este año ya se contabilizaban más de 1000 desahucios en la ciudad. Por otro lado la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, denuncia que el número de andaluces por debajo del umbral de la pobreza se ha incrementado hasta cerca del 30% de la población.
Pero a pesar de todo se acercan las elecciones y las administraciones prometen. Prometen nuevos fondos para la rehabilitación de Parque Alcosa, durante tanto tiempo reivindicada por los vecinos, y anuncian nuevos planes de rehabilitación para barrios tan dispares como Candelarias y Bachillera. Se anuncian nuevos paquetes de VPO para Palmete y Pinomontano o la apertura de nuevos centros sociales. La avalancha de anuncios suscita algunas dudas. La primera, si realmente hablamos de noticias o se trata de volver a sacar rédito de obras ya establecidas y anunciadas con carácter previo. La segunda, si tanta promesa de construcción y rehabilitación podrá ser cumplida en algún momento por un Ayuntamiento endeudado hasta el extremo y una administración autonómica que ahora solo entiende de recortar gastos, especialmente sociales, en el contexto de la crisis.
Domingo 12 de Diciembre a las 12 h
Prado de San Sebastián (Sevilla)
Es hora de salir a la calle. Después de conducirnos a una situación de crisis por una economía sostenida sobre una enorme burbuja inmobiliaria, ahora es a los trabajadores, a los parados y a los jubilados a los que les toca pagar los platos rotos. Los agujeros de los bancos los están tapando con despidos, privatizaciones, reducciones en los salarios, retirada de subsidios de desempleo y reducción de pensiones.
Tenemos un gobierno que está en manos de los especuladores. La política ha sido secuestrada por completo por los mercados y por la oligarquía financiera. Están haciendo lo que les da la gana con nosotros y lo van a seguir haciendo si nos resignamos y no hacemos nada. ¿Qué será lo siguiente que nos recorten? ¿La educación, la sanidad?
Si no salimos a la calle, si no protestamos ahora ¿cuándo? Si no protestas tú ¿quién?
Convoca: Plataforma ciudadana y sindical de Sevilla
El 2 de diciembre estaba fechado el desahucio de Carlos Serrano de su vivienda en el barrio de Begoña, el penúltimo vecino que queda en un bloque que empezó a ser vaciado cuando una constructora lo compró hace cuatro años. En el marco de una campaña que se ha desarrollado en los últimos años en el barrio, vecinos y amigos se concentraron la mañana del lanzamiento para protestar por lo que consideraban una injusticia. Sin embargo, fue un error de forma lo que en última instancia ha prorrogado el desalojo.
Por otro lado, dos semanas antes, los juzgados desestimaron la demanda de desahucio promovida por la Oficina Técnica de Asesoramiento al Inquilino en Situación de Abuso (OTAINSA) contra Antonio Buenavida.
Antonio es uno de los activistas vecinales que lideraron la ocupación de un bloque de viviendas como denuncia por la especulación y el acoso inmobiliario desarrollado en San Bernardo, donde la población original de origen humilde se ha visto desplazada poco a poco con la revalorización del barrio. A raíz de la ocupación, las viviendas fueron expropiadas por la administración y dispuestas para el realojo de vecinos en condiciones de precariedad. Actualmente las 11 familias que llevaron a cabo la ocupación, en su mayor parte ancianos, siguen habitando el bloque.
La sentencia entiende que la Gerencia de Urbanismo realizó un contrato verbal que permite a los vecinos permanecer en el bloque hasta que sus viviendas fuesen rehabilitadas. Se da el caso de que la vivienda de Antonio Buenavida se encuentra en estado de ruina y, como el resto de vecinos, defiende su derecho a quedarse en el barrio y no ser expulsado hacia la periferia.
Los vecinos entienden que la sentencia desautoriza los argumentos y el comportamiento de la dirección de OTAINSA, que durante los últimos meses se ha enfrentado duramente con los vecinos. Por su parte, la dirección de OTAINSA anuncia que recurrirá la sentencia.
Vecinos de Begoña anuncian una campaña contra los desahucios en el barrio.
Por otra parte, en el barrio de Begoña, la asamblea de vecinos afectados por el problema de la vivienda está realizando una campaña contra los desahucios, denunciando la situación de indefensión que sufren por la voracidad de las inmobiliarias y la indiferencia de la administración.
El detonante ha sido el intento de desahucio de Carlos Serrano, que lleva residiendo como inquilino en la misma vivienda desde hace 11 años y en el barrio desde hace 14. Con este último caso suman ya 15 las familias que han sido desahuciadas de sus viviendas y expulsadas del mismo bloque desde el año 2007, cuando Construcciones Opera. S.A se hizo con la propiedad del edificio.
En este caso, los vecinos denuncian también la actitud del Ayuntamiento. Varios políticos locales vinculados a la Gerencia de Urbanismo se comprometieron a mediar y ofrecer soluciones. Desde diciembre del 2009, el año en que se produjo el último desalojo de una familia, no ha habido comunicación alguna ni interés por partes de los responsables públicos. Los vecinos se sienten engañados, ya que la administración local se había comprometido a parar los desahucios con la compra de 20 pisos que serían destinados a viviendas sociales ―asegurando así la permanencia de las vecinas―. Hoy apenas quedan vecinos y la intención del propietario es dejar el edificio totalmente vacío.
La asamblea de vecinos lleva varios años funcionando en el barrio con el apoyo de la Liga de Inquilinos, la Coordinadora de Barrios en Lucha y la Asociación Pro Derechos Humanos. Gracias a sus gestiones, en los últimos tres años, dos de las familias expulsadas han conseguido ser realojadas en viviendas sociales.